Esta finca se distingue por su carácter agrosilvopastoral y cinegético, ofreciendo un ecosistema variado ideal para la práctica de la caza mayor (jabalí, ciervo y corzo) y menor (perdiz roja, paloma torcaz, zorzal, conejo y liebre). Se encuentra en un paisaje de dehesa de encinas cultivada, con cereales, leguminosas y pastos naturales, complementado por un monte medio de encina y el curso del río Tajo, que también define el coto de caza privado.

El perímetro de la finca está completamente cercado con malla ganadera, exceptuando la zona de contacto con el río Tajo. En cuanto a las edificaciones, la vivienda residencial es sencilla y requiere ampliación y rehabilitación. Además, existen varias edificaciones agropecuarias en la propiedad, así como dos construcciones históricas de gran valor: un castro celta (posteriormente transformado en castillo árabe) y un puente medieval, que añaden una capa única de historia y atractivo al entorno.

En términos de recursos hídricos, la finca es rica en agua, gracias a las galerías de los arroyos del Pedroso y de la Higueruela, la ribera del Tajo, y varias charcas distribuidas estratégicamente por el terreno, lo que garantiza una fuente constante de agua para la fauna silvestre, especialmente la cinegética.

La propiedad también presenta variadas exposiciones, con zonas de solana y umbría en diferentes pisos altitudinales, creando un entorno natural óptimo para el desarrollo de la fauna. Además, algunas áreas están cultivadas con olivos de secano, que complementan la biodiversidad de la finca.

Por su ubicación, a solo 15 km del Parador Nacional de Oropesa, la finca ofrece la oportunidad de acceder a un alojamiento de calidad mientras se realizan las obras de rehabilitación de la vivienda principal.

Esta finca presenta una oportunidad única de compra para aquellos interesados en una propiedad con un alto valor cinegético, recursos hídricos excepcionales, ecosistemas variados, y un atractivo histórico singular.

Honorarios de 3% + IVA